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lunes, 23 de agosto de 2010

CAPÍTULO 10

Después de irme a mi habitación me sentí muy feliz pero a la vez sentía que lo que me había pasado con Jake no tenía que haber sido en ese momento en el que ya no se que pensar. Pero ese beso fue lo mejor, sentí mariposas en el estómago, una corriente eléctrica cuando dejamos de besarnos y nos miramos a los ojos. Estaba tumbada en la cama y Mel no estaba. Seguro que se encontraba con Riley. Fue lo peor cuando nos pillaron besándonos. Siempre recordaré esta noche ya que fue mi primer beso. Si, pensaréis que con 17 años tener el primer beso es un poco tarde pero siempre me mudaba de ciudad cada año y nunca conocía bien a las personas con las que iba a clase. Ahora sabía que nunca más me mudaría de ciudad porque mis padres ya no estarían más conmigo. La verdad me siento triste por la muerte de ellos pero también estoy enfadada porque ellos nunca me dijeron lo que realmente soy en realidad. Si ya sé me protegían pero me podrían a ver contado la verdad.
De repente oigo la puerta abrirse. Allí estaba Mel entrando en silencio para no despertarme. Me hice la dormida ya que ella estaba diciendo algo.
-¡Ay! No se como pude enamorarme del mejor amigo de Jake –dijo y se durmió.
No me lo puedo creer, ¿Mel y Riley saliendo juntos a escondidas? Creo que Jake ya se estará haciendo una idea porque entramos a las habitaciones antes que ellos. Con este pensamiento me fui quedando dormida.

Me desperté por un ruido que oí. Me levanté, me vestí y fui dónde creía que era el ruido. Estaban todos en la cocina y Riley había tirado una taza.
-¿Se puede saber que haces? ¡Era la taza de mis padres!-dijo Mel enfadada y recogiendo los trozos rotos. No os he contado que soy una manitas. Arreglo todo lo que sea.
-Yo podría ayudarte pero los materiales los tengo en mi casa... -dije pero me interrumpió Jake.
- No puedes volver a casa, es muy peligroso -dijo Jake.
-Pero... -dijo Mel.
-No quiero ningún pero, ya lo arreglaremos de otra manera -dijo Jake dejando su desayuno para irse de la cocina.
-Él solo te quiere proteger -dijo Mel recogiendo los últimos trozos.
-¡Jake, espera! -decía mientras iba corriendo para alcanzar a Jake. No pude. Él anda más deprisa que yo y se encerró en el baño.
-¡Jake, abreme! -dije dando golpes a la puerta. No me abría y de repente me entraron ganas de ir ha hacer mis necesidades.-¡Abreme! -grité más fuerte.

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Después de oír que quería volver a casa, dejé mi desayuno. No quería saber que le pasaría si iba a su casa. Si, me estaba preocupando demasiado pero no quería que le pasara nada. Ella es mi todo. Desde el día en que la conocí no dejo de pensar en ella, ahora estamos juntos y no quiero que le pase nada. Alison gritaba mientras iba al baño pero yo me hacía el sordo. Entré para relajarme y ella seguía llamandome. Al momento golpea la puerta con más fuerza. Abrí después de quitarme el enfado. Ella estaba con los brazos cruzados en su pecho y mirándome friamente.
-¿Me dejas entrar? -dijo Ali pero no me aparte.-Jake,¿quieres dejarme pasar? Mi amabilidad se está acabando y creo que mi vejiga no aguanta más. -dijo intentando quitar mis brazos de la puerta.
-No quiero -dije sonriendo- Solo si me das un beso -dije con una sonrisa pícara.
-Jake no estoy para bromas. Melisa me ha dicho que no quieres que vaya a mi casa porque quieres protegerme -dijo y yo quité mis brazos para poder abrazar. Ali entró al baño e intentó cerrarla pero lo paré con el pie
-Preparaté, esta tarde vamos a entrenarte -dije.-¡Ah! Me debes un beso -guiñé un ojo y cerré la puerta.
-¿Cómo que ha entrenarme? -dijo Alison mientras cerraba la puertaAntes de que se levantara Alison decidimos entre todos que para protegerse tendría que saber utilizar las armas.

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