CAPÍTULO 5

-¿Qué haces aquí? -dije refiriéndome a esa persona.

-Solo oí un grito y vine a salvarte -dijo esa persona.

-No has respondido a mi pregunta, Jake -dije enfadándome.

-Vale, te contaré la verdad pero no aquí -dijo señalando a mi casa. Nos fuimos a mi casa y cerré con llave por si acaso.

-No te servirá de nada cerrar con llave. Ese monstruo que has visto es un demonio y puede aparecerse en cualquier lugar. No se por qué vino a por ti. Los demonios solo van en busca de cazadores y tu no eres nada de eso,¿verdad? -dijo mirándome serio. Pero que estaba diciendo que ese ser era ¿un demonio? Si esas cosas no existen o eso creía hasta ahora. Tenía un poco de razón ese monstruo era repugnante. - Ali te he dicho una pregunta -dijo acercándose más a mi.

-No soy nada de eso y¿tu eres un cazador de demonios? -pregunte un poco asustada.

-Mel, Riley y yo somos cazadores de sombras. Yo no te tendría que contar nada ya que está prohibido y quiero que me prometas que no se lo dirás a nadie -dijo mirándome con esos ojos que me hipnotizaron.

-No se lo diré a nadie si tu me cuentas que eres -dije desafiandolo.

-Yo soy un cazador de sombras y cazamos todo tipo de seres aparte de los demonios. Algunos como Mel, Riley y yo convivimos con los humanos para protegerlos. Otros son invisibles al ojo humano y solo los pueden ver otros cazadores de sombras, hadas, vampiros, magos y otros seres mágicos...

-¿Y por qué decías que el demonio solo mata a cazadores de sombras? -dije interrumpiéndolo.

-Es una cosa que ni yo mismo lo se. A lo mejor tus padres son cazadores de sombras por eso solo los ves tres meses que son los únicos meses que podemos vivir tranquilos -dijo.

-¿Cómo se te ocurre hablar así de mis padres? Ya se lo que estarás pensando que yo dije que odiaba a mis padres pero no es así. Los quiero pero la que está siempre ayudándome es Irma y es a la única que la quiero de verdad. -dije separándome de él.

-Alison Miller escuchame,¿vale? -dijo enfadándose- Yo solo quiero saber si tus padres son cazadores de sombras porque si no lo son no se cómo has podido ver a ese demonio -dijo poniéndose más enfadado.

-¿No habías dicho que solo eráis vosotros los cazadores? -dije entrañándome.

-Ali, te voy ha hacer una pregunta que no te va ha gustar -dijo un poco nervioso-¿cuando fue la última vez que vistes a tus padres?

-Hace que no los veo por lo menos dos años -dije pensativa- ¿por qué? -dije impaciente.

-No se si debería decirte esto pero allá voy. Hace un año encontraron dos cuerpos que tenía mordeduras de demonios y se apellidaban Miller -dijo sin mirarme a la cara. Al momento que dijo eso me caía al suelo y me desmallé.

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Cuando le dije aquello de sus padres sin mirarle a esos ojos que me costaban mucho no dejar de verlos, oí un golpe. Levanté mi cabeza y la vi en el suelo. La cogí en mis brazos, subí por las escaleras y la dejé en la cama de una habitación que creo que era de ella. Salí de su casa sin hacer ruido y me fui a la casa de Riley. Llegué a su casa y llamé al timbre. Al momento me abrió con una cara de enfado.

-¿Se puede saber dónde estabas? He tenido que mentir cuando te has ido sin dar aviso de dónde ibas -dijo Riley regañándome.

- Para de regañarme. ¿Hay alguien en casa? -dije preocupándome y el dijo que no con la cabeza- Bien tuve que irme porque oí un grito. Ese grito era de Alison que tenía a un demonio a punto de matarla. No pude hacer otra cosa que matar al demonio y contarle todo lo que somos. Y también le conté sobre los cuerpos de dos personas que se apellidan igual que ella y al momento se desmayó -dije todo de carrerilla y sin mirarle a los ojos. Después de decir eso me tumbé en el sofá y vi que estaba mi hermana durmiendo en una cama.

-¿Le has contado todo lo que somos? -dijo Riley enfadándose.- Bueno no importa se puede confiar en ella. Creo que ella es como nosotros pero le habrán echo algo de pequeña para que sus padres no quisieran que entrara en este mundo. -dijo ya relajándose.

-¿Qué hace mi hermana aquí? -le pregunté extrañado.

-Quería esperarte y se quedó dormida -dijo sin importancia. Luego se fue al otro sofá y se quedó dormido.

Al cabo de horas pensando en lo que pasó en este día me quedé dormido.