CAPÍTULO 9

Llegamos a casa de Riley. Me sorprendí al ver que su casa era bastante grande. Tenía dos habitaciones, un baño, la cocina y el salón que daba a una terraza con una piscina. No tenía muchas ganas de vivir allí sabiendo que el tío de Riley podría venir a esta casa. Jake me vio la cara de preocupación y entrelazó su mano con la mía para darme ánimos.

-Jake tengo miedo de que venga el tío de Riley -dije en un susurro casi inaúdible pero que él si que oyó.

-No te preocupes estamos para protegerte -dijo dándome un beso en la mejilla y alejándose para llevar la maleta a la que sería mi nueva habitación.

Era un poco pequeña con respecto a las demás partes de la casa, lo bueno era que tenía el baño en frente y la otra habitación al lado.Tenía una cama en el medio y un armario.

-Esta es tu habitación y la compartirás con Mel -dijo Riley que ya estaba en la habitación esperándome.- ¿Te gusta la casa? -dijo sonriendo.

-Si esta muy bien pero me preocupa que tu tío venga aquí -dije.

-Él no va ha venir aquí. En esta casa no puede entrar nadie que yo no quiera -dijo dándome un beso en la mejilla y yéndose de la habitación. Entonces alguien me abrazó muy fuerte por detrás y supe enseguida que era Melisa.

-¡Melisa! Me estás haciendo daño -dije intentando soltarme de ese abrazo que no pude.

-Si no es para tanto. Bueno hoy podemos dormir juntas y me gustaría que sonrieras un poco -dijo soltándome del abrazo y no pude nada más que darle una sonrisa fingida pero se quedó tranquila.

Hoy no habíamos ido al instituto ninguno de los cuatros pero este día fue demasiado intenso y ya era de noche. Ellos cenaron pizza pero yo me fui a la cama. Luego vino Mel que se puso un pijama y se metió a la cama.

-¿No piensas dormir? -dijo al verme que todavía estaba con la ropa.

-Si...lo que pasa es que duermo en ropa interior -dije poniéndome roja.

-Bueno no pasa nada te daré una camiseta para que los chicos no te vean así por la mañana. -dijo dándome una camiseta que había en el armario.- Toma -dijo mientras me quitaba la ropa y me ponía la camiseta. De repente me recordó a alguien que olía igual.

-¿Mel? -pregunte a ver si estaba dormida y levantó la mano- Esta camiseta no es tuya ¿verdad?

-Es de mi hermano. No te importa ¿no? Él no se va a molestar. -dijo y se durmió en seguida.

No se como puede dormir tan deprisa después de lo que pasó hoy. Y encima ahora mismo llevo una camiseta de la persona que creo que me estoy enamorando y eso que solo han pasado dos días. BUUFFFF...

No podía dormir y decidí irme a la terraza para que me diera el aire y poder relajarme. Llegué allí y me quede paralizada al ver que él tampoco podía dormir. Él se dio la vuelta seguro que por mis pasos y me dedicó su mejor sonrisa que conocía hasta ahora. En ese momento me di cuenta de mi aspecto y empecé a darme la vuelta pero él ya estaba en frente mía todavía con esa sonrisa.

-No te marches -dijo con miedo de que me fuera a la habitación pero al momento me miró de arriba abajo y sonrió.- ¿Esa no es mi camiseta?

-Si...me la dejó Mel, no te importa ¿no? -dije. Pero mira que soy tonta que le va ha importar que fuera con su camiseta.

-No pasa nada. La verdad estás muy guapa con cualquier cosa que te pongas -dijo entrelazando su mano con la mía mientras yo bajaba la cabeza por lo que me dijo.

- Eso lo dices tu -dije y él levantó mi cabeza con su dedo.

Nos fuimos juntos a la terraza, nos quedamos viendo el paisaje y yo a veces le miraba sin que Jake se diera cuenta.

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Ella estaba preciosa con mi camiseta y también bastante sexy. No se como mi hermana fue capaz de darle mi camiseta. Fuimos a la terraza, Ali me miraba embelesada ya que solo llevaba un calzoncillo pero yo me hacía el desinteresado. Hasta que la pillé y toqué su mejilla con delicadeza. Ali cerró los ojos disfrutando del roce de mi piel con la suya. Bajé despacio y recorrí su boca, su nariz y acabé dándole un beso en la frente. Alison abrió los ojos y vi en sus ojos grises una luz que nunca vi ni siquiera cuando estuvimos a punto de besarnos en el banco. Ella se acercó lentamente a mí, yo cogí sus mejillas con mis manos y ella puso sus brazos alrededor de mi cuello. No se como pasó pero en ese momento sentí una necesidad de estar más cerca de ella y sobre todo me hipnoticé con la luz de sus ojos. Estaba pensando todo esto cuando nos besamos, primero con delicadeza y después más apasionado. Oí unos pasos y corté ese beso que tanto me estaba gustando. Ali se extraño hasta que los dos vimos que Mel y Riley nos estaban viendo impresionados.

-Eh...será mejor que volvamos en otro momento -dijeron Mel y Riley saliendo del salón.

Alison estaba roja como un tomate y se estaba cubriendo la cara. Yo le quité las manos y se las puse en mi cuello mientras yo ponía las mías en su cintura.

-Sientes lo mismo que yo cuando nos tocamos. Esa corriente eléctrica, igual que ahora cuando nos estábamos besando -dije sonriéndola y acercándola más a mi cuerpo. Ella seguía enrojecida.

-Siento lo mismo. Incluso desde el primer día que nos vimos siento que no puedo de dejar de ver tus preciosos ojos -dijo ella acercándose y dándome un beso apasionado.

-Bueno mejor tenía que haber empezado así.¿Quieres ser mi novia? -dije y ella se río.

-Claro, tonto. Sino no te hubiera besado. No sabía que sintieras lo mismo que yo -dijo ella regalándome su hermosa sonrisa.

-Te quiero -dije dándole pequeños besos sobre su cuello y boca.

-Yo también te quiero. -dijo ella abrazándome.

Nos quedamos así juntos una hora.

-De repente me ha entrado sueño -dijo ella separándose de mi.

-Espera podemos dormir juntos en el sofá -dijo él esperanzado.

-No creo. He pasado suficiente vergüenza cuando nos han pillado besándonos -dijo sonrojándose.

-Vale pero algún día dormirás conmigo -dije dándola un beso y me fui a la habitación que compartía con Riley.

Era raro que no estuviera durmiendo pero algo pasaba también entre mi hermana y mi mejor amigo. Me dormí pensando en ella. Era raro dormir pensando en ella cuando duerme en la habitación de al lado.